A los padres en su día

A los padres en su día

Por Abraham Cutipa Galindo

En el Día del Padre deseo empezar estas líneas de gratitud a Dios por permitirme tener la gracia de darme la vida, a San José, quién en su humilde condición de carpintero sembró en su hijo Jesús, la caridad, la justicia y el amor al prójimo, en ese mismo contexto recuerdo con mucho cariño a mi padre Simón, quién desde siempre me inculca caridad por los demás, fortaleza y perseverancia ante las adversidades.

Del mismo modo, un saludo especial a mi hermano Juan Jacinto, quien forjó en su familia la unidad, amor, respeto y fruto de ello tiene dos hijas; también deseo saludar a mi hermano Jesús, quien expresa mucho amor a su hijo; a mi suegro Jorge, quien me bendijo con una esposa y como no recordar a mis primos que, ahora, son padres quienes en sus propias particularidades siguen adelante con sus familias.

A mi padrino Jesús, quien con sus gestos y palabras me inculcó valores y a no claudicar en mis proyectos personales, a mis compadres quienes siempre están presentes en nuestras vidas, a mi padre espiritual, a los padres de mis amigos y amigas, a mis sobrinos quienes ya son padres, a mis amigos del Perú y del extranjero con quienes compartimos experiencias de vida laboral y de estudios.

Homenaje a los que partieron

No conocí a mis abuelos, sin embargo, mis padres me contaron sus historias, sus vidas y el recorrido de sacrificio que hicieron por sus hijos e hijas, en ese sentido es meritorio rendir un homenaje especial a quienes ya partieron a la casa de nuestro Señor; traigo a la mente a mis tíos Eleuterio, Feliciano y Timoteo, de quienes recordaré siempre su amor y respeto por la familia.

A mi padrino Valeriano, quien con su bondad estuvo presente en mi vida, por ello permanecerá en mi mente con mucha gratitud. A los padres de mis amigos y amigas; a Michele Mozzicato y Roberto Torres Montes, dos grandes amigos quienes nos dejaron a causa del Covid-19.

A todos mis amigos y a los que leen estas líneas solo recordar que los que somos padres no somos perfectos, cometemos errores, sin embargo, la vida se encarga de darnos una oportunidad para empezar de nuevo. Un fuerte abrazo y que la Santísima Trinidad bendiga a cada familia y que con sabiduría podamos dirigir cada uno de nuestros hogares en conjunto con la esposa por el bien de los hijos. ¡Feliz Día del Padre!