Cardinal Angelo Scola: “LIBERTAD RELIGIOSA Y PAZ SOCIAL”

Cardenal de Milán, Angelo Scola

 

Fue en el año 313 D.C. cuando el Emperador  Costantino promulgó la Ley o Edicto en Milán dónde se promueve la libertad religiosa, ante este antecedente, el Cadenal Angelo Scola, Arcivescovo de Milán evocó a Costantino como “acto de nacimiento de la libertad religiosa y un Estado Laico” y agrega que este antecedente es la base para una buena organización en la sociedad política. En la Basilica de Santo Ambrogio, el Arcivescovo recordó también al Santo Patrono de la ciudad de Milán “Santo Ambrogio” como un lazo de fe y de historia entre las personas por una ciudad sólida.

El Edicto de Milán dice “…Noi Costantino e Licinio Imperatori…nessun uomo sia negata la facoltà di aderire alla fede dei cristiani, odi qualsiasi altra religioneche ciascuno reputasse più adatta a se stesso, cosicchè la divinità suprema, alla cui devozione ci dedichiamo liberamente, possa continuare ad accordarci benevolenza e favore...debe essere permessodi praticarla in assoluta libertà... ”.

A este punto el Cardinal explica  la tolerancia religiosa y afirma que “la persona tiene el derecho a la libertad religiosa” y añade que en el mundo esta libertad es afrontar una emergencia sobre todo por las persecuciones religiosas que van en aumento en el mundo.

Su Eminenza en su discurso sobre la libertad religiosa agrega que existen tres problemas graves: la relación entre verdad objetiva y conciencia individual, coordinación entre la comunidad religiosa y Poder del Estado y por último la interpretación de la salvación en Cristo.

Ante estos problemas, Scola propone Paz social, libertad religiosa para reducir los conflictos y agrega que imponer o prohibir por Ley prácticas religiosas genera n la gente frustración y resentimiento y que se manifiestan cómo conflictos sociales.

Inmigración

El aniversario del Edicto es una oportunidad para Milán, en ese sentido, el Cardenal Scola afirma que “…Milán es la tierra lombarda y serán más habitantes de tantos nuevos italianos de primera, segunda y tercera generación y serán parte del proceso histórico y de respetar la libertad de todos y formarán una sociedad que transmita Fé…”

Durante esta celebración participaron diversas religiones, las instituciones armadas, autoridades políticas, familias italianas y extranjeras. En su discurso final Su Eminenza agregó “Es un tiempo que demanda una larga cultura social y política y el fragmento civil y eclesiástico que anticipan a una Milano del futuro…vida buena y buen Gobierno va juntos paso a paso.”